No me cansaré de decirlo: demos la vuelta a las cosas, pervirtamos los objetos con la mejor de las intenciones y sobre todo, no nos dejemos intimidar por la rigidez del mercado. Las apariencias siempre engañan y un objeto no siempre es lo que parece, sino muchas cosas aún por descubrir.
El trabajo que nos muestra hoy Emma es un buen ejemplo de ello, un mueble BESTA utilizado en un contexto diferente, al que ha dado la vuelta para que cumpla otra función, convirtiéndose así en un mueble de esquina práctico y con espacio de almacenamiento extra.
Nos lo cuenta así:
"Buscaba una mesa auxiliar para el rincón, y todas las que veía, o era muy bajas, muy altas, o muy pequeñas. Total que si eran de cristal se veían los cables del teléfono y del cargador del ordenador, y si buscaba mesas nido no me acababan de convencer. Así que una idea que me estuvo rondando desde el principio y que siempre descartaba era esta, hasta que al final me rendí a ella y lo hice.
Tardamos aproximadamente 2 horas en hacerlo, yo creo que menos, usamos un módulo BESTA, al que pusimos su trasera contra el suelo, no sin antes atornillarle unas ruedas, eso le da más altura y de paso facilidad para moverlo. Le pusimos la puerta de blanco alto brillo y listo. Ya tengo mesa auxiliar y además un buen sitio para guardar las mantas y plaids, ahora que ya viene el buen tiempo".
