Los niños agradecen vivir rodeados de color, ellos no saben por qué, pero les estimula y ayuda en su desarrollo. De manera inconsciente tendemos a llenar sus habitaciones de una explosión de colores y formas.
Karina transformó una mesa LÄTT, y nos lo cuenta así:
"Necesitábamos una mesita con sillas para el nuevo cuarto de mi hija. Queríamos algo económico pero no encontrábamos nada que se adaptase a nuestro estilo, así que decidimos personalizar el conjunto LÄTT.
Utilizando la pintura que nos había sobrado de pintar las paredes del cuarto pinté la mesa y las sillas. Después forre el sobre de la mesa y los asientos de las sillas con un hule chulo que fue lo que más me costo encontrar....
Para forrarlos solo tuve que pegar el hule con cola blanca a la chapa de la mesa original y después recortar los excesos de los laterales.
Ya puestos utilice también el hule para forrar la trasera de los armarios TROFAST, de esa forma dábamos unidad a todo el conjunto. Aunque en realidad el fondo del armario queda bastante tapado por la ropa, las puertas y cajones, algo se ve y es más gracioso que un simple fondo blanco".