¿Qué mejor destino para un cambiador que convertirse en un mueble diferente? Si es que en el nombre lleva la penitencia. Es un trabajo de Ana Lioba y nos lo cuenta así:
El cambiador es el modelo HENSVIK. Le quité la parte de arriba, lo pinté de color gris metalizado y forré el interior con un papel de regalo. El resultado, a la vista (hombre, se puede mejorar, pero da el pego totalmente).