Míralo. Tan inocente, pegado a la pared como si estuviera esperando a sus sobrinitas para llevarlas al cine. Recoleto y discreto como todo el que guarda grandes secretos en su interior. Jugando al despiste, nos ha hecho creer que es un archivador, cuando en realidad es un mueble de cocina lleno de wikiliks domésticos de esos que tenemos todos: la factura del aspirador, las escrituras de la hipoteca y las cartas de amor de aquel melenudo tan simpático que un día nos amó. O eso decía.
Laura ingenió un mueble archivador en un módulo de cocina, y esto es lo que nos ha contado:
Necesitaba un mueble archivador para el despacho, ya que las carpetas AZ que usamos tienen mucho fondo para las librerías Billy y sobresalen bastante, y todos los que veía tenían cajones y eran grandes y caros. Así que compré un armario de pared de cocina UDDEN en negro y le coloqué unas ruedas RILL, y por 54€ tengo mi archivador".