Todos tenemos claro que hay que reciclar para vivir mejor, pero la falta de espacio no beneficia esta práctica. Maite y Jose se las ingeniaron para aprovechar un lugar de difícil acceso y aprovecharlo como centro de reciclaje.
Nos lo cuentan en detalle:
"La cocina de nuestra nueva casa está montada en U, por lo tanto tiene dos huecos de rincón y yo odio los huecos de rincón en las cocinas porque me parecen muy incómodos; así que para nuestra cocina había que buscar una buena solución.
Lo primero fue colocar el fregadero en el rincón de la derecha, pero aún nos sobraba el de la izquierda. Solución: usarlo como rincón de reciclaje.
Fueron los cubos FIBBE los que nos dieron la inspiración, pero en la parte frontal quedaba una pequeñísima puerta por la que no pasaba ni FIBBE ni ningún otro cubo, así que se nos ocurrió la idea de acceder a dicho rincón por arriba, por la encimera.
Hablamos con el señor que nos iba a colocar la piedra de encimera, le dimos la idea y el señor se echó las manos a la cabeza porque no le parecía buena idea, decía que aquello no quedaría bien, pero aún así nosotros lo queríamos y así fue.
Nos hicieron un hueco en la encimera en forma de T, adaptado al tamaño de tres cubos FIBBE colocados también en T (para el reciclaje de vidrio, papel-cartón y plástico-metal, la basura orgánica va debajo del fregadero).
Alrededor del hueco pegamos un perfil de aluminio en forma de L que serviría como sujeción de una lámina de metacrilato, que haría las veces de puerta para el hueco.
Este fue el resultado final; el señor de la piedra tuvo que retirar sus palabras cuando lo vio. Quedó encantado, y nosotros también".