No cabe duda de que la imaginación y el trabajo manual dan un buen resultado cuando buscamos y no encontramos, o cuando lo que encontramos tiene semejante precio que se nos quitan las ganas de tener ganas...
Consol recreó la mesa que imaginó, a partir de un modelo INGO, el cual transformó en una mesa rústica totalmente personalizada.
Así nos lo cuenta Consol:
"Hace tiempo que buscaba una mesa de aspecto rústico para la cocina, y en los anticuarios me pedían unos 600€, y no estaba yo para gastar, así que pensé en coger alguna idea de Ikea para que me saliera más económica y original.
Compré la mesa modelo INGO, le vacié el centro, le puse racholas aprovechadas de una obra anterior, le pinté la base con nogalina, las patas blanco hueso; le hice unos detalles en los laterales con una cenefa de hojas verdes, y mi padre le hizo unos adornos de hierro por debajo.
Total que por menos de 50 euros ya tenía una mesa rústica. Espero que os guste, aunque quizá a partir de hoy, dejará de ser original".