Las fiestas es lo que tienen, que se suelta uno y luego pasa lo que pasa... Tradicionalmente son las lámparas las primeras en sufrir los estragos de la alegría festiva. Ana lo sabe bien, ya que lo vivió muy de cerca.
Nos cuenta como recuperó una lámpara de pie de Ikea:
"La lámpara fue regalo de un amigo y nos gusta porque da una luz muy cálida y agradable, pero la pobre quedó destrozada después de una fiesta que organizó mi compañera de piso.
Como me daba pena tirarla a la basura así como así, compré unos papeles de colores (papel pinocho) y la reconstruí uniendo de nuevo los alambres de la estructura y pegando las tiras de papel para tapar los agujeros, sin mucho criterio...
El caso es que está mucho más bonita ahora y ya hay gente que me ha pedido una igual. Casi le tengo que agradecer a mi compañera y sus amigos el destrozo".
Descubre a Mariana Pimpollo en el blog de Ana y sus amigas: Complemientas