El amor de una madre no se puede comparar a nada. Todo lo que recibimos de ellas se almacena en una zona recóndita del corazón tejiendo un sentimiento imposible de describir.
Por eso esta lámpara es algo más que una simple GRÖNÖ tuneada.
Nos la envía Eugenia de Pilar, que nos cuenta lo siguiente:
"Os envío una foto de una lámpara GRÖNÖ que mi madre pintó para que hiciera juego con el espejo de mi recibidor. Está pintada con pintura para cristal. A mí me encanta el resultado y la luz tan bonita que da por las noches".