jueves, 2 de enero de 2014


Olga, de El Desván Desordenado, nos ha enviado esta transformación de una mesa infantil KRITTER que encontró en un contenedor. Color, paciencia e ingenio son los ingredientes de este hack. Y tachuelas, muchas tachuelas.
Producto utilizado: KRITTER
Yo también soy una de tantas que transforma los muebles de Ikea dándoles otro aspecto diferente. En este caso, aunque no le hice fotos de cómo la encontré al lado de un contenedor de basura (se me pasó), esta mesa es una mesa de niños, modelo KRITTER de Ikea. Estaba entera rayada y llena de rotulador negro, pero es una mesa robusta y las patas y la estructura estaban en perfecto estado.

Me la traje a casa. Lo primero que hice fue limpiarla con un trapo húmedo. Una vez limpia la lijé, no demasiado, ya que la pintura que utilicé para darle una nueva imagen es de una alta calidad que no exige una preparación demasiado exhaustiva (pintura Crome Les Decoratives azul báltico).

Y decidí darle un toque actual adornándola con unas tachuelas compradas en Leroy Merlin (poco más de dos euros la bolsa de 50 unidades, gasté menos de 3 bolsas).

Ahora es una mesa auxiliar que decora mi salón de la playa y me encanta el resultado.

¿Lo más trabajoso? Sin duda, clavar las tachuelas porque hay que tener cuidado de no torcerse y respetar las distancias entre unas y otras para que el resultado quede lo más conseguido posible.
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