Seguimos obstinados en desobedecer al más pintado. Puestos a salvar, pasamos de manteles y nos vamos de cabeza hacia los pendientes, que nos esperan agarraditos unos a otros en el joyero, sumidos en la oscuridad de su encierro y con miedo a ser separados para siempre en medio del caos.
María José utilizó un salvamanteles LENDA como lienzo en el que exponer y ordenar sus pendientes y, por qué no, salvarlos del sin dios.