Hacía tiempo que no pirateaba ningún producto de Ikea, pero llevaba tiempo con este Hack en mente, más por necesidad que por capricho, ya que como veréis en el desarrollo del post, tan solo un tablero de madera de 50 x 60 cm ha transformado mi cocina en otra mucho más práctica.
No puedo quejarme de las dimensiones de la cocina, es amplia, pero siempre tuve claro que quería en ella una mesa para comer con unos asientos cómodos y que gozara de buen espacio. Así que sacrifiqué armarios y encimeras extra para este fin, y estoy contenta con el resultado, pues hace de la cocina un lugar de encuentro y evita que tengamos el comedor instalado en el salón.
Pero cuando me pongo el mandil siempre me falta espacio, en realidad la zona útil de la encimera se quedaba reducida a algo menos de un metro lineal, en el que tenía que acumular ingredientes y cacharros, con el consiguiente desorden.
Así que tras mucho pensar decidí ampliar la superficie útil de la camarera BEKVÄN que tengo desde hace años en la cocina. Estuve buscando madera que fuera parecida, y al final, decidí comprar otra camarera para que la diferencia no fuera tan grande, y poder aprovechar uno de sus estantes inferiores para darle más capacidad de almacenamiento.
Necesitaba unas escuadras abatibles que me aseguraran la estabilidad necesaria y las encontré en Leroy Merlin, tan sólidas que me estoy planteando añadir un tablero plegable a la mesa de la cocina.
Ya solo quedaba colocar el tablero y unirlo a la mesa con las escuadras, una operación que resultó bastante fácil, y añadir el estante inferior, anclado con unas pequeñas escuadras redondeadas que prácticamente quedan ocultas.
La diferencia es notable, ahora cuando cocino puedo tener la encimera prácticamente vacía, lista para trajinar con los pucheros mientras que los ingredientes se ordenan y procesan en la mesa auxiliar.
Colocada en paralelo a la encimera me permite trabajar en torno al fogón haciendo las veces de una isla de cocina, y también puedo colocarla en la pared de enfrente, para tener una zona de trabajo más diferenciada (muy útil cuando cocinamos a dúo), o para servir aperitivos cuando tengo invitados.
Cuando no se usa, la cocina recupera espacio pues la guardo apoyada contra la pared, plegada bajo el pequeño bareto que tengo montado allí.
El resto de la mesa nueva está guardada esperando su turno para tener una nueva función, estoy segura que tarde lo que tarde encontrará el momento de lucirse estupenda y transformada.