Como una pista de baile, redonda, limpia y llena de parejitas firmemente amarradas, se muestra este salvamanteles SNAR, que ha cambiado la cocina por el dormitorio para ordenar los pendientes de Lourdes.
Ella nos lo cuenta así:
"Estaba harta de tener todos los pendientes revueltos y cada vez que quería ponerme uno no encontraba la pareja. Al final puse el salvamanteles clavado a la puerta de mi armario ropero y este es el resultado.
Mi hijo al verlo dijo : Pero ama ¿esto no era para las cazuelas?"
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