Las guitarras también lloran, es decir, que sufren lo suyo si no se las cuida adecuadamente. Para quienes por afición o profesión las tienen presentes a diario, es imprescindible encontrar un lugar donde guardarlas a salvo de caídas y polvo.
Hoy vemos dos Hacks enviados por sendos lectores, Ana y Jorge, en los que han transformado dos muebles de Ikea para procurarse un buen almacén para sus guitarras.
Jorge se inspiró en un post antiguo para crear el suyo, utilizando un armario BESTA, dos puertas BESTA TOMBO, y una base metálica para armarios BESTA. Podéis ver todo el proceso en el siguiente enlace.
Ana utilizó una librería BILLY, y nos cuenta cómo surgió la idea:
"Hace unos días llegué a tu blog por casualidad, y al empezar a leer los artículos publicados, una sonrisa se dibujó en mi cara... ¡eso es lo que hacemos mi marido y yo! Nuestro mayor logro es el mueble de las guitarras.
Mi marido tiene entre otros hobbys ese, tocar la guitarra, y se ha viciado tanto que ya tiene tres. Una de ellas ya no cabe en el mueble tuneado y la hemos redirigido a un armario, pero las dos eléctricas están mejor que en un museo.
La idea surgió porque no existen muebles para guardarlas a buen precio, y nosotros tenemos en casa varias librerías BILLY. Se nos ocurrió que modificando un poco el interior, bien podía servir para nuestros fines. Dicho y hecho. Compramos una BILLY del mismo color que los muebles del salón, que es donde está colocada ahora mismo, y en lugar de atornillarle la balda central en su sitio, la bajamos un poco para que entrasen las guitarras de alto, porque no daba la medida.
Con eso quedaba solucionada la mitad del problema, aunque nos quedaba lo mas peliagudo: reforzar la trasera para poderle atornillar encima los soportes de los que cuelgan las guitarras. Como nos sobraban baldas, lo vimos claro, atornillamos dos de ellas juntas en la parte superior, delante del panel trasero y pegadas arriba, y ya teníamos donde poner los soportes.
El resto de las baldas se colocó de manera que entrasen el resto de aparatejos de mi músico particular: 2 pedaleras de efectos y abajo el amplificador, la caja de herramientas y la regleta de enchufes para tenerlo todo conectado y listo para enchufar, previo agujereado de la trasera para pasar el cable hasta el enchufe mas cercano.
Unas puertas de cristal, de las que ahora mismo no recuerdo el nombre, sirvieron para proteger todo del polvo y las miradas indiscretas. El toque final llegó de la mano de los ganchitos cuelga-todo de las tiendas de todo a cien, que atornillados a los lados del mueble sirvieron para mantener los cables enrolladitos y sin estorbar, y los auriculares siempre a mano".