Cuántos Piratas de Ikea habrá por ahí que no saben que lo son, y lo que es peor, se creen solos en el mundo, preguntándose por su obstinada tendencia a transformar todo lo que encuentran en el gran almacén sueco.
Inmaculada se reconoció al instante cuando encontró este blog, y hoy quiere compartir con nosotros uno de sus pirateos.
Así lo ha contado:
"Soy aficionada a todo lo que tenga que ver con las manualidades y he hecho muchos cursos. Uno de ellos era de cerámica y entre otras cosas pinté unos azulejos con la técnica llamada a cuerda seca con dibujos sencillos pero muy vistosos, para ponerlos después como tapa de una mesa.
Estuve buscando por ahí y al final encontré en Ikea la mesa GRANÅS. Quité la tapa de cristal que traía para poner en su lugar una tabla cortada a medida, sobre la que monté los azulejos; además tuve que invertir la posición del marco de metal para que no se vieran los cantos de la tabla y de los azulejos.
Esto hizo que las cuatro patas no tuvieran la debida sujeción, y que la mesa se tambaleara ostensiblemente, por lo que hubo que soldar unos segmentos de metal en cada uno de los ángulos formados por la tapa y las patas de la mesa.
Para unificar toda la parte de metal tuve que pintar la mesa entera porque no encontré el color original, y aunque me dio más trabajo del que yo pensaba, hoy es el mueble más preciado de mi casa.
P.D.: Los segmentos de metal de los que hablo no aparecen en esta foto porque fue tomada antes, cuando todavía, y para mi disgusto, se tambaleaba".