"Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan, que sí, que no, que caiga un chaparrón, con azúcar y turrón..."
Esta ingenua canción infantil invoca la lluvia, tan necesaria como molesta, sobre todo cuando nos vemos en la necesidad de guardar algunas cosas en el exterior.
Juan pensó en utilizar unos contenedores SORTERA para almacenar akadama, volcánica, pomice o turba, materiales que utiliza habitualmente para el cultivo de bonsáis.
Pero estos, inexplicablemente solo están diseñados para su uso en interior, ya que tienen una abertura en la tapa que dejaría pasar el agua de lluvia.
Pero esto no arredro a Juan, que pasó a la acción y tapó las aberturas con cinta flexible e impermeable.
Más sobre este Hack en este enlace.
Blog de Juan: Shitakusamono
