Hay objetos que adquieren una dimensión mística solo con verse tocados por la magia del fuego. Schmish buscó durante tiempo un objeto del que irradiara una llama purificadora pero no lo encontró.
Un día recibió como regalo esta bola de fuego realizada con dos cuencos metálicos BLANDA BLANK unidos entre sí formando una esfera.
En uno de los extremos se realizó una agujero que deja salir la llama. Dentro, gel para quemar y listo.
Visto en Flickr.