Que difícil puede ser encontrar lo que uno quiere... desde luego la búsqueda de una alfombra para mi pasillo lo ha sido.
Necesitaba un ejemplar sólido, que mis gatos no pudieran mover de lado a lado en cada una de sus numerosas persecuciones y demás horas brujas.
Además debía ser sufrido para que mantuviera un buen aspecto a lo largo del día. Y la quería en fibras naturales, que por pedir que no quede.
De manera que con estas exigencias llevaba un tiempo largo buscando y buscando, y con una alfombra LISBET viajando de lado a lado del pasillo, hasta que el otro día mientras miraba un felpudo KALLT en ikea,se me apareció La Virgen de los Pirateos y me iluminó con su manto.
El resultado: me llevé tres felpudos a casa y los puse juntitos uno detrás de otro en el pasillo. Y... milagro!!! encajaban perfectamente ya que cubrían exactamente la medida que quería.
Tienen un peso considerable, así como una base de látex que impide que se muevan. Se limpian bien con el aspirador y se mantienen con buen aspecto por mucho tiempo.
Limpian el calzado de arenilla, no en vano son felpudos, y no se les han subido los humos a la cabeza con este ascenso en su posición social.
Al fondo podéis ver una alfombra HÄLLSKÄR, un clásico de Ikea, teñida de color violeta.
Como valor añadido, comentaré que ahora mis gatos tienen un rascador gigante de casi tres metros cuadrados. Aquí vemos a Lola dando el visto bueno.
Criaturas, están encantados. Y yo aún más.