¿Que diríais, lectoras, si al sentaros en el incómodo e impúdico sillón de vuestro ginecólogo, descubrierais que detrás de su bata blanca y su espéculo, se esconden un auténtico ikeamaníaco que os invita a sentaros en una silla SNILLE hackeada para la ocasión?
No tenemos palabras.
Es una propuesta de Sander van Bussel para Platform21.